Hay paisajes que parecen sacados de otro mundo, y las Salineras de Maras son uno de ellos. Más de 3,000 pozas brillan al sol en tonos blancos, rosados y dorados, conformando una de las vistas más reconocidas del Valle Sagrado. Lo notable es que este sistema fue creado por pueblos prehispánicos que transformaron la montaña en un espacio de producción natural de sal.
¿Qué son las Salineras de Maras y por qué visitarlas?
Las Salineras de Maras son uno de los centros de extracción de sal más antiguos y grandes de origen prehispánico en el Perú. Este complejo, ubicado en las laderas del cerro Qaqawiñay, es un ejemplo singular de cómo las culturas andinas supieron aprovechar y adaptar el entorno geográfico para la obtención de minerales.
Mediante un sistema de canales preincaicos, el agua salada que brota naturalmente de un manantial se distribuye hacia más de 3,000 pozas escalonadas. Allí, gracias a la evaporación al aire libre, se forman los cristales de sal que hoy en día siguen recolectando las familias de la comunidad de Maras, tal como lo hicieron sus ancestros hace cientos de años.
El nombre de estas salineras proviene justamente del poblado de Maras, dentro de cuyo territorio se encuentran, y cuya población mantiene viva la tradición de producción artesanal de sal hasta nuestros días.
¿Por qué la sal de las Salineras de Maras es especial?
La sal de Maras se diferencia de la sal refinada común porque es 100% natural y no pasa por procesos industriales agresivos. Al provenir de un manantial de agua subterránea rico en minerales, contiene oligoelementos como calcio, magnesio, potasio y hierro, que le aportan un ligero tono rosado y un sabor más suave y complejo.
Gracias a sus minerales, la sal de Maras se valora por su contenido natural y su método tradicional de producción, lo que ha llevado a que chefs de prestigio la utilicen en la alta gastronomía internacional. A diferencia de la sal industrial, que suele perder gran parte de sus propiedades durante el refinado, la sal de Maras conserva sus características originales gracias al método ancestral de producción que permanece inalterado hasta hoy.
Historia de las Salineras de Maras
Período preincaico
La explotación de las Salineras de Maras se mantuvo de manera continua desde tiempos muy antiguos. La cultura Chanapata, que floreció entre el 200 a.C. y el 700 d.C., fue la primera en aprovechar este recurso. Más tarde, los Killke continuaron la actividad alrededor del año 1000 d.C. Posteriormente, los ayllus Maras, Oyola, Mollacas, Cachic y Pichingoto asumieron el control hasta la llegada de los incas, quienes integraron las salineras dentro de su sistema económico.
Sitios preincaicos de extracción y almacenamiento
Los antiguos habitantes gestionaron las salineras bajo el sistema de ayni, un modelo de trabajo comunitario. De esa época se conservan dos centros de almacenamiento principales:
- Kachiraqay o Collanaguasi: se ubica a 150 metros de la margen derecha del río Salineras. Presenta recintos rectangulares construidos con piedra caliza unida con mortero de arcilla, dispuestos alrededor de un patio central a manera de tambo. Además de funcionar como depósitos de sal, también servían como lugar de descanso para los cachiicamayoq y mitayoq. Sus muros alcanzan 16 metros de largo, 6 de ancho y 3 de altura.
- Waqchakachipampa: se localiza en la parte baja de las salineras, cerca de la desembocadura del río. Está conformado por recintos rectangulares y semicirculares construidos sobre un afloramiento rocoso. Su función principal era almacenar sal.
Período Incaico
Durante el reinado de Túpac Inca Yupanqui y Huayna Cápac, los incas perfeccionaron las técnicas de extracción y organizaron la distribución de la sal. Los yanaconas tenían la tarea de conducir el agua salada desde el manantial principal por un canal prehispánico hasta distribuirla en canales secundarios que alimentaban cientos de pozas.
En este periodo también se levantaron contextos funerarios en forma de criptas, adosados a riscos y abrigos rocosos, con puertas rectangulares. Asimismo, construyeron caminos prehispánicos que conectaban las salineras con el puente de K’arachaka (hoy llamado Media Luna), una vía fundamental para distribuir sal a toda la región del Cusco.
Período colonial y virreinato
Con la llegada de los españoles, la producción de sal en Maras disminuyó y perdió parte de su importancia. Sin embargo, las salineras continuaron en funcionamiento bajo nuevas estructuras administrativas coloniales.
Durante el Virreinato, los pozos quedaron en manos de los ayllus de Maras, Oyola y Mallocas, integrados al pueblo de San Francisco de Asís de Maras, mientras que los ayllus Cachic y Pichingoto pasaron al pueblo de San Pedro de Urubamba. Cada 15 de agosto, estas comunidades viajaban por antiguos caminos para intercambiar sal por otros productos en lugares como Qorontapampa y Tiobamba.
En el siglo XVI, tras el repartimiento de tierras organizado por el oidor Juan Sala, los pozos pasaron a ser propiedad de los descendientes de Túpac Inca Yupanqui, como Don Felipe Topa Yupanqui, Don Alonso Titu Atauchi, Don Pedro Cusi Paucar, Doña Francisca Asarpay, entre otros.
En el siglo XIX, los ayllus perdieron el control y surgieron propiedades privadas. Cada poza se individualizó, lo que generó disputas entre herederos. Finalmente, en 1969, el Estado peruano asumió el control de la extracción, refinamiento y comercialización de la sal a través de la empresa EMSAL.
Época actual
En 1977, el Estado devolvió la administración de las Salineras de Maras a la comunidad campesina de Maras, reconocida como heredera del antiguo ayllu Maras. Desde entonces, unas 400 familias comuneras se encargan de su explotación y mantenimiento.
El 27 de noviembre de 1998, las Salineras de Maras fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación mediante la RDN N.° 604/INC-1998, y posteriormente las “Prácticas y tecnologías productivas de las salinas de Maras” fueron reconocidas también como Patrimonio Cultural de la Nación por la RDN N.° 719/INC-2008(05/06/2008).
Hoy en día se extrae sal de más de 3,000 pozas activas, dispuestas en andenes escalonados que cubren un área aproximada de 2 hectáreas. Este sistema sigue representando una manifestación viva de los conocimientos y técnicas tradicionales transmitidos de generación en generación, además de ser un motor económico y cultural para la comunidad.
En reconocimiento a su importancia cultural y técnica, en 2019 las Salineras de Maras fueron inscritas en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial de la UNESCO, paso previo a una eventual nominación oficial.
La leyenda de las Salineras de Maras
La tradición oral andina cuenta que las aguas saladas de Maras no son simples manantiales, sino las lágrimas de Ayar Cachi, uno de los cuatro hermanos míticos enviados por el dios Wiracocha para fundar el gran Imperio inca.
Ayar Cachi poseía una fuerza descomunal. En un momento de ira, lanzó una piedra contra la montaña y abrió una profunda quebrada, demostrando su poder. Sus hermanos, temerosos de su fuerza y de que pudiera convertirse en el verdadero fundador del imperio, lo engañaron y lo encerraron dentro de una cueva, privándolo de su destino.
Desde entonces, Ayar Cachi lloró en silencio. Sus lágrimas se convirtieron en las aguas saladas que brotan de la montaña. Bajo el sol del Valle Sagrado, esas lágrimas se cristalizaron y formaron los salares de Maras. Hoy, las salineras no solo son un centro ancestral de trabajo comunitario, sino también un recuerdo vivo de esta leyenda que une mito, naturaleza y cultura.
Las maravillas arquitectónicas
Significado arquitectónico
La construcción de los pozos de sal funcionales hasta hoy en día, representados como pequeños reservorios de hasta 5 metros de largo, forman un paisaje artificial pintoresco que representan una adaptación arquitectónica única al paisaje, donde los incas aprovecharon los recursos naturales para crear un sistema sostenible de producción.
Técnicas de construcción
Las pozas de sal fueron construidas siguiendo cuidadosamente la topografía de la ladera del cerro Qaqawiñay, creando un notable contraste cromático con el entorno natural. Utilizando técnicas avanzadas de control, manejo y distribución del agua, se aseguraron de que la cristalización de la sal se realizara de manera óptima, maximizando así la eficiencia en su recolección.
Características sorprendentes
El proceso de extracción de sal en Maras se lleva a cabo utilizando técnicas ancestrales, que han sido transmitidas de generación en generación y se mantienen hasta hoy.
¿Qué ver y hacer en las Salineras de Maras?
Sitios más importantes que debes conocer
Manantial de agua salada
El manantial de agua salada es el origen de las Salineras de Maras. Desde las entrañas de la tierra brota un caudal de agua salada, considerada única en la región andina. Este manantial se convierte en la fuente principal que alimenta las miles de pozas escalonadas, a través de un sistema ancestral de canales que aún se mantiene en uso.
Pozos de sal
Los pozos de sal son pequeños reservorios artificiales adaptados a la topografía empinada del cerro Qaqawiñay. Cada poza, cuidadosamente diseñada para aprovechar la gravedad y la evaporación natural, pertenece a una familia comunera, responsable de mantenerla y extraer la sal mediante técnicas transmitidas de generación en generación. En la actualidad existen más de 3,000 pozas activas que cubren un área aproximada de 2 hectáreas, lo que convierte a Maras en uno de los centros de producción de sal artesanal más importantes del Perú.
Canales de distribución
El sistema de canales es una obra maestra de la ingeniería hidráulica prehispánica. Desde el manantial principal, el agua salada es conducida a través de un canal madre y luego derivada a canales secundarios que alimentan las pozas de manera equitativa. Su diseño garantiza que ninguna poza se inunde en exceso y que el agua se distribuya de forma sostenible. Este sistema, perfeccionado en tiempos incas, sigue funcionando con la misma precisión hasta el día de hoy.
Mirador panorámico
El mirador panorámico ofrece una de las vistas más representativas del Valle Sagrado. Desde allí se observa el contraste entre el blanco radiante de las pozas y el verde intenso de las montañas circundantes. Es un lugar perfecto para la fotografía, especialmente por la tarde, cuando el sol crea reflejos dorados y rosados sobre la superficie cristalizada de la sal.
Área de procesamiento y embalaje
En una zona restringida cercana a las pozas se lleva a cabo el procesamiento de la sal. Aquí se limpia, seca y selecciona el producto antes de ser empaquetado y distribuido. Esta área, administrada por la MARASAL S.A. (Sociedad Anónima de derecho privado), asegura que el producto conserve su autenticidad y cumpla con estándares de calidad, manteniendo al mismo tiempo el carácter artesanal de la producción.
Tiendas artesanales
Al finalizar la visita, los turistas pueden recorrer las tiendas artesanales administradas por los propios comuneros. En ellas se encuentran productos derivados de la sal de Maras, como sales rosadas gourmet, baños terapéuticos, chocolates con sal e incluso esculturas talladas en bloques de sal. También se venden textiles y artesanías locales, lo que convierte a estas tiendas en una oportunidad ideal para llevarse un recuerdo auténtico y apoyar directamente a las familias de Maras.
Producción tradicional de la Sal de Maras
La producción de sal en Maras sigue un proceso tradicional que combina conocimientos ancestrales con técnicas sostenibles. Todo comienza con la captación de aguas saladas de la fuente conocida como “Puma Pucyo”, ubicada en las faldas del cerro Cruz Moqo. Desde allí, las aguas son canalizadas a través del sistema principal llamado “Hatun Yarka”, que distribuye el líquido hacia las pozas. Estas se inundan hasta alcanzar aproximadamente 5 centímetros de altura.
Con la exposición al sol andino, la sal comienza a cristalizar en la superficie, en un fenómeno conocido como “Tikasca”. La evaporación y el rendimiento varían según la temporada y las condiciones climáticas, manteniendo vigente un proceso artesanal que constituye un motor económico fundamental para la comunidad.
Extracción artesanal de la sal
La extracción de sal es completamente manual. Primero se fragmentan los cristales con la fuerza de los pies. Luego, se raspa la capa superior utilizando herramientas tradicionales como la “Kituna” (una tabla de madera) y una pequeña picota. La sal recolectada se pasa por un colador para eliminar impurezas y se deja secar al sol. Finalmente, se traslada en canastas o recipientes hacia los almacenes de la empresa comunal Marasal, donde se guarda lista para su comercialización.
Clasificación de la sal
La sal extraída se clasifica en distintas calidades comerciales:
- Pakallo: sal extra o de mesa, destinada al consumo doméstico
- Takalla: sal de primera o a granel, usada en el mercado local.
- Allpa Cachi: sal industrial o de siembra, utilizada con fines medicinales y en la alimentación de animales.
Influencia del clima en la producción
La producción de sal está directamente ligada al clima del Valle Sagrado.
- Época seca (mayo a octubre): la cosecha se realiza una vez por semana. La producción es abundante y rápida, y la sal se distingue por su color blanco o rosado, considerado de mayor calidad.
- Época de lluvias (noviembre a abril): la producción disminuye significativamente. La sal adquiere un tono más marrón debido a la dificultad en el secado y a la mezcla con sedimentos arrastrados por el agua.
¿Cómo llegar a las salineras de Maras?
Ubicación
Las Salineras de Maras se encuentran a 50 a 52 kilómetros al noreste de la ciudad del Cusco por carretera, dentro del territorio de las comunidades de Maras y Pichingoto. Están situadas a 3,200 m. s. n. m. , en la parte media del cerro Qaqawiñay, sobre la margen izquierda del riachuelo Salineras. El paisaje circundante combina montañas andinas, terrazas agrícolas y la particular blancura de las pozas, lo que convierte el recorrido en una experiencia única incluso antes de llegar.
Desde Cusco
Para iniciar tu viaje hacia las Salineras de Maras, lo primero es dirigirte a la calle Pavitos, una especie de terminal improvisada en Cusco desde donde parten transportes hacia diferentes puntos del Valle Sagrado.
Transporte público
En este lugar encontrarás minivans y autos colectivos, lo que significa que compartirás tu viaje con otros pasajeros. El precio del trayecto completo hasta Ollantaytambo suele ser de aproximadamente 12 soles.
Sin embargo, como tu destino no es Ollantaytambo sino las Salineras de Maras, debes preguntar con anticipación si el vehículo pasará por el Ramal de Maras, ya que desde 2024 existen dos rutas distintas hacia Ollantaytambo y solo una de ellas atraviesa este desvío. Si no confirmas antes de subir, corres el riesgo de seguir una ruta que no te deje cerca del acceso a Maras.
Además, preguntar te servirá para saber el costo exacto de la parada, ya que los conductores suelen variar el precio de acuerdo a la solicitud de bajada. El rango actual está entre 8 y 12 soles por persona.
Transporte particular
En el caso de los taxis o colectivos particulares, tú decides si deseas que te lleven directamente hasta el Ramal de Maras o incluso hasta la entrada misma de las Salineras de Maras. El precio hacia el ramal puede llegar hasta 30 soles por viaje no por persona. Recuerda que en Perú es fundamental negociar el precio antes de subir al vehículo; de no hacerlo, se entiende que aceptas el costo más elevado que el conductor pueda fijar.
Desde el Ramal de Maras
Transporte público o colectivos
Si llegas en colectivo, el conductor te dejará en el ramal. Cruza la carretera con precaución y encontrarás autos particulares que ofrecen trasladarte hasta el pueblo de Maras o directamente a las Salineras. El costo promedio desde este punto hasta la entrada de las Salineras es de 7 soles por persona, y el trayecto dura aproximadamente 15 minutos.
Transporte particular o taxi
Si vienes en un auto particular desde Cusco, puedes solicitar al conductor que te lleve directamente hasta la entrada de las Salineras. Generalmente, se suma un recargo de unos 10 soles adicionales al precio pactado hasta el Ramal. En este mismo desvío también encontrarás taxis disponibles que, sin esperar a más pasajeros, te cobrarán entre 10 y 15 soles por el traslado directo.
Caminando
Existe un sendero bien definido que conecta el Ramal de Maras con las Salineras. La caminata toma aproximadamente 2 horas, pero no se recomienda para la mayoría de visitantes debido a la distancia y al esfuerzo físico que demanda, especialmente por la altitud. Quienes lo intentan suelen llegar bastante agotados.
Los precios en feriados
Durante feriados y fechas festivas, el costo del transporte, tanto público como particular, suele incrementarse entre 5 y 10 soles adicionales por persona debido a la alta demanda.
Tour organizado a las Salineras de Maras
Si prefieres un viaje más relajado y sin preocuparte por la logística, la mejor opción es un tour organizado. Este servicio te recoge directamente en tu hotel en Cusco o Valle sagrado y te lleva hasta la entrada de las Salineras de Maras, acompañado de un guía especializado que te explicará la historia, la importancia cultural y el proceso tradicional de producción de la sal.
Además, si deseas vivir una experiencia más completa, puedes unirte a nuestro tour Maras–Moray, donde combinarás la visita a las impresionantes salineras con el laboratorio agrícola inca de Moray.
📲 Para más información o reservas, puedes escribirnos directamente al WhatsApp +51 993 390 675 y planear tu visita sin complicaciones.
Información práctica para tu visita
Idioma y comunicación
El idioma predominante en las Salineras de Maras y en toda la región del Cusco es el español, aunque también escucharás con frecuencia el quechua, lengua ancestral de los Andes. La mayoría de guías turísticos dominan el inglés y algunos incluso otros idiomas, por lo que no tendrás dificultades para comunicarte durante tu visita.
Clima
El clima en las Salineras de Maras es templado y varía entre 5 °C durante la noche y 25 °C durante el día. La zona presenta dos temporadas bien definidas:
- Temporada seca (mayo a septiembre): los días son soleados y despejados, con temperaturas que van de los 15 °C en la noche a 25 °C en el día. Es la mejor época para hacer caminatas y tomar fotografías, aunque el sol puede sentirse intenso en las horas centrales del día.
- Temporada de lluvias (octubre a abril): las precipitaciones son frecuentes, especialmente entre enero y marzo. Las temperaturas oscilan entre los 5 °C por la noche y los 20 °C durante el día. En esta temporada el paisaje se torna más verde y vibrante, ofreciendo una belleza distinta a la época seca.
¿Cuál es la mejor época del año para visitar las Salineras de Maras?
La mejor temporada para visitar las Salineras de Maras es durante la época seca, cuando el clima estable y los cielos despejados permiten disfrutar al máximo del paisaje y recorrer con comodidad los alrededores.
Un detalle importante es el momento del día:
- Por la tarde (3:00 p.m. a 5:00 p.m.): los rayos del sol crean reflejos dorados y rosados sobre las pozas, un espectáculo único para la fotografía.
- Por la mañana (desde las 8:00 a.m. a 11 a.m.): es ideal si prefieres un ambiente más tranquilo, con menos visitantes y una luz suave para apreciar mejor los detalles del lugar.
Flora
La flora que rodea a las Salineras de Maras es típica de los paisajes andinos. Durante tu recorrido podrás ver ichu o pasto andino, que cubre las laderas secas; la muña, una planta aromática usada para infusiones que ayudan a la digestión y la aclimatación; y árboles como la queuña y el molle, que forman parte del ecosistema local. En temporada de lluvias, además, el valle se llena de arbustos verdes y flores silvestres que hacen aún más pintoresco el paisaje.
Fauna
En los alrededores de las Salineras es común ver aves andinas como gorriones, golondrinas y picaflores que revolotean entre las flores. También es posible encontrar animales como el venado andino, que habita en las zonas más alejadas y tranquilas, además de pequeños mamíferos propios de la sierra. Para los amantes de la naturaleza, observar estas especies en un entorno tan singular añade un valor extra a la visita.
Tarifas y boletos de ingreso
El boleto de ingreso a las Salineras de Maras tiene un costo aproximado de S/ 15 para turistas nacionales y S/ 25 para turistas extranjeros. Puedes comprar tu entrada directamente la taquilla que se encuentra en la puerta del complejo o online en la tienda oficial de MARASAL
Ten en cuenta lo siguiente:
- El pago solo se acepta en efectivo y en soles peruanos, de preferencia en billetes pequeños o monedas. No se aceptan tarjetas de crédito ni dólares.
- Las Salineras no están incluidas en del Boleto Turístico del Cusco (BTC); el Circuito III del BTC cubre Pisac, Ollantaytambo, Chinchero y Moray.
- El horario de atención es de 9:00 a.m. a 5:00 p.m., todos los días de la semana (según MINCETUR).
- El tiempo máximo de permanencia es de 2 horas, suficiente para disfrutar de los miradores, conocer el proceso de extracción de la sal y visitar las tiendas de artesanías.
Dónde alojarse para visitar las Salineras de Maras
Existen múltiples opciones de alojamiento tanto en la ciudad del Cusco como en el Valle Sagrado. Hospedarte en Cusco es ideal si buscas aclimatarte primero a la altura y disfrutar de la oferta cultural de la ciudad. Sin embargo, por clima, tranquilidad y cercanía, la mejor opción es Ollantaytambo, ya que se encuentra dentro del Valle Sagrado y muy cerca de Maras.
El Hotel Cocatambo es perfecto para viajeros como tú: ofrecemos precios accesibles, una ubicación estratégica y todas las comodidades necesarias para tu estadía. Si deseas más información sobre nuestras ofertas y servicios, puedes comunicarte directamente al siguiente número de WhatsApp +51 993 390 675 .
¿Cómo llegar desde Ollantaytambo a las Salineras de Maras?
La forma más económica es tomar un bus que se dirige hacia Cusco por la ruta que pasa por el ramal de Maras, usualmente la misma vía que atraviesa Chinchero. El trayecto dura aproximadamente 50 minutos y tiene un costo de alrededor de 10 soles o menos.
Desde el ramal de Maras se debe tomar un bus colectivo adicional hacia las Salineras, cuyo costo es de aproximadamente 7 soles y demora unos 15 minutos más.
Consejos para visitar las Salineras de Maras
Artículos esenciales para llevar
- Gafas de sol: imprescindibles, ya que el reflejo del sol sobre las pozas blancas es muy intenso y puede cansar la vista rápidamente.
- Sombrero de ala ancha: te protegerá del sol directo, especialmente en los meses de temporada seca, cuando la radiación es más fuerte.
- Casaca cortavientos: útil por las tardes, cuando la temperatura baja y los vientos en la zona suelen ser más fríos.
- Bloqueador solar: aplícalo antes de salir y vuelve a colocarlo cada cierto tiempo. A más de 3,000 m s. n. m., la radiación solar es muy alta.
- Botella de agua: mantenerte hidratado es fundamental. Recuerda que no hay muchas tiendas dentro del complejo.
- Frutos secos o snacks ligeros: ideales para reponer energía durante la visita, sobre todo si vienes caminando desde Maras.
- Poncho de lluvia: indispensable si visitas entre octubre y abril, ya que las lluvias pueden aparecer de forma repentina.
- Zapatos antideslizantes: Lleva calzado cómodo y seguro que te permita caminar sin resbalones y recorrer todo el sitio con tranquilidad.
- Cámara fotográfica: Es casi indispensable para capturar y guardar recuerdos únicos de este paisaje natural impresionante.
- Documentos: No olvides llevar tu DNI o pasaporte, ya que son obligatorios tanto para la compra del boleto como para el control en la entrada del lugar.
Consejos de seguridad
- Aclimátate antes de tu visita: dedica al menos uno o dos días en Cusco o el Valle Sagrado antes de recorrer las salineras. Esto reducirá el riesgo de mal de altura.
- Infusiones andinas: tomar mate de coca o de muña ayuda a mejorar la digestión y aliviar los síntomas del soroche.
- Comida ligera: consumir sopas o caldos calientes, como el tradicional caldo de gallina, es recomendable para mantener la energía sin sobrecargar el organismo.
- Respeta las áreas señalizadas: muchas pozas son frágiles y forman parte del trabajo de las familias comuneras. Camina solo por los senderos autorizados.
- No subas a las barandas ni muros: además de poner en riesgo tu seguridad, dañas la infraestructura ancestral.
- Lleva dinero en efectivo y sencillo: si deseas comprar recuerdos, artesanías o productos de sal, necesitarás soles en billetes pequeños o monedas, ya que no se aceptan tarjetas ni dólares.
Si eres fotógrafo, este consejo es para ti: utiliza filtros polarizados, ya que te ayudarán a resaltar los contrastes de colores y a mejorar la nitidez de tus fotografías
Atracciones cercanas
La visita a las Salineras de Maras se puede realizar en medio día, lo que deja tiempo suficiente para explorar otros sitios arqueológicos y pueblos cercanos. Estos destinos complementan la experiencia y ayudan a comprender mejor la riqueza cultural de la región andina.
El pueblo de Maras
El pueblo de Maras, situado a solo 20 minutos de las salineras, destaca por su arquitectura colonial bien conservada. Sus famosas Portadas de Maras, talladas en piedra con escudos y detalles heráldicos, reflejan la influencia española en plena época virreinal. Caminar por sus calles tranquilas permite disfrutar de un ambiente pintoresco, ideal para quienes desean conocer un pueblo vivo que aún conserva tradiciones ancestrales.
Moray
Ubicado a unos 30 minutos del poblado de Maras y a 50 minutos de las salineras, este sitio arqueológico inca sorprende por sus andenes circulares concéntricos. Funcionó como un laboratorio agrícola donde los incas experimentaban con distintos microclimas para mejorar el cultivo de alimentos como la papa, el maíz y la quinua. Hoy, Moray es considerado un ejemplo excepcional de la ingeniería y la visión científica de los incas aplicada a la agricultura.
Chinchero
A medio camino entre Cusco y el Valle Sagrado, Chinchero es conocido como la “cuna del textil andino”. Aquí, las comunidades locales mantienen vivas las técnicas tradicionales de tejido con lana de alpaca y tintes naturales, transmitidas de generación en generación. Además, su iglesia colonial construida sobre bases incas y su mercado dominical ofrecen un viaje al pasado, combinando historia, espiritualidad y cultura viva.
Ollantaytambo
A unos 40 minutos de Maras se encuentra Ollantaytambo, considerado uno de los complejos arqueológicos más destacados del Valle Sagrado. Sus enormes andenes, templos y murallas servían tanto para fines agrícolas como militares y religiosos. El Templo del Sol, inacabado pero monumental, refleja el alto nivel técnico de la arquitectónica inca. Además, el pueblo de Ollantaytambo conserva su trazado urbano original con calles empedradas y canales incas aún en uso, convirtiéndose en un verdadero museo vivo.
Preguntas frecuentes
- ¿Quién opera las salineras hoy en día?
La comercialización de la sal de Maras está a cargo de la MARASAL S.A., conformada por los mismos comuneros propietarios de las pozas de sal. Esta organización se encarga no solo de la producción y distribución, sino también de preservar las técnicas ancestrales que se han transmitido de generación en generación.
- ¿Se puede caminar entre las pozas de sal?
No. Por normas de salubridad y seguridad alimentaria, está prohibido ingresar a las pozas de producción de sal, ya que el producto es destinado al consumo humano. Solo los comuneros especializados realizan la extracción, utilizando herramientas adecuadas y siguiendo protocolos que evitan la contaminación.
Según la ficha oficial del MINCETUR, el acceso de los visitantes se limita a los senderos y miradores turísticos, quedando restringido el ingreso a las pozas para proteger la calidad del producto y preservar las prácticas tradicionales.
- ¿Puedo comprar sal directamente de los productores?
Sí. Algunos propietarios de las pozas tienen pequeñas tiendas artesanales donde venden sal procesada, sal en su estado natural y productos derivados, como chocolates con sal, jabones y esculturas hechas con bloques de sal. Es una excelente oportunidad para llevar un recuerdo auténtico y apoyar directamente a la comunidad.
- ¿Es posible visitar las salineras por mi cuenta?
Sí. El camino hacia las salineras de Maras es accesible y muy transitado, por lo que es difícil perderse. Puedes llegar en transporte público, taxi, tour organizado o incluso caminando desde el pueblo de Maras.
- ¿Hay baños disponibles en el sitio?
Sí. Existen servicios higiénicos cerca de la entrada de las salineras de Maras. Están bien mantenidos, limpios y son de uso gratuito para todos los visitantes.
- ¿Se puede visitar durante la temporada de lluvias?
Sí, se puede visitar sin problema. Durante esta temporada (de octubre a abril) el paisaje se vuelve aún más espectacular, ya que el valle se cubre de un verde intenso que contrasta con el blanco brillante de las pozas. Eso sí, se recomienda llevar poncho de lluvia, calzado adecuado y algo de abrigo, ya que la humedad puede hacer que el recorrido sea más exigente.
- ¿Los niños pueden visitar las salineras de Maras?
Sí, los niños pueden ingresar, pero deben estar bajo supervisión constante de sus padres. El terreno es irregular y, aunque hay barandas en algunas zonas, no todas las áreas cuentan con protección, por lo que es fundamental no perderlos de vista.
- ¿Hay restaurantes en las salineras de Maras?
No hay restaurantes dentro del recinto. Sin embargo, en el pueblo de Maras, ubicado a 20 minutos en auto o aproximadamente 1 hora con 45 minutos caminando, encontrarás restaurantes y cafés donde se sirven platos típicos de la región, como el cuy al horno, la trucha frita o la sopa de quinua.
- ¿Se puede visitar las salineras en bicicleta?
Sí. De hecho, es una de las actividades más populares entre los viajeros que buscan aventura. Existen rutas en bicicleta que conectan Maras con Urubamba, pasando por paisajes andinos impresionantes y permitiendo disfrutar de una experiencia única, combinando deporte, cultura y naturaleza.