Imagina una fiesta donde los santos desfilan como antiguos reyes. Así se vive el Corpus Christi cusqueño, una celebración que se respira en cada calle. Cada imagen, cada canto y cada altar revelan historias que el tiempo no borró. Es el camino de una antigua ceremonia europea que, paso a paso, se volvió parte del alma andina. Anímate a vivirlo en persona y descubre por qué Cusco late con tanta fuerza en junio.
Historia, secretos, símbolos andinos del Corpus Christi cusqueño
Mientras Europa se preparaba para el fin del mundo, en Cusco nacía una historia única: el Corpus Christi, una celebración que mezcla dioses andinos con santos recién llegados. Los andinos vieron en ellos a sus antiguos dioses disfrazados en santos, quienes discuten, saludan, compiten y hasta se despiden. Descubre todo sobre el Corpus cusqueño. ¿Te animas?
¿Qué es el Corpus Christi Cusqueño?
El Corpus Christi Cusqueño es, sin duda, la festividad mestiza más significativa de la religión en Cusco. Se celebra en honor al Santísimo Sacramento del Cuerpo de Cristo y es una fiesta móvil que tiene lugar entre los meses de mayo y junio, durante la época de cosecha.
¿Qué significa y por qué se celebra el Corpus Christi?
La expresión Corpus Christi viene del latín: “Corpus” se traduce como “cuerpo” y “Christus” como “Cristo”; es decir, literalmente significa “el cuerpo de Cristo”. La Iglesia celebra esta fecha para recordar un momento clave de la fe cristiana: el milagro de la multiplicación del pan y el vino, símbolo de la presencia de Cristo en la Eucaristía.
¿Cuándo se celebra el Corpus Christi cusqueño?
La celebración del Corpus Christi en Cusco tiene lugar exactamente nueve semanas después del Jueves Santo, de acuerdo con el calendario de la Iglesia Católica. Es decir, se realiza al finalizar la Semana Santa y ocurre muy pocos días después de otra importante festividad andina: el Señor de Qoyllur Rit’i.
Historia del Corpus Christi en Cusqueño
Origen del Corpus Christi
La festividad del Corpus Christi nació en la Edad Media, en Italia, gracias a la visión de Juliana de Cornillon. Esta mujer, que dedicaba su vida a cuidar a personas con lepra, afirmó haber recibido un mensaje divino que solicitaba rendir homenaje al Cuerpo de Cristo. Con el tiempo, su propuesta fue tomando fuerza. Así, esta celebración se convirtió en una de las más importantes del calendario religioso.
La respuesta del vaticano al temor medieval
Después de aquella revelación y en medio de temores sobre el fin del mundo, el papa Clemente V decidió incorporar esta festividad al calendario litúrgico. Aunque la devoción empezó a crecer desde 1264, su reconocimiento oficial tardó algunos años más. Con el paso del tiempo, la celebración se extendió por toda Europa. Así, cobró fuerza y se volvió parte esencial de la vida religiosa.
El inicio del corpus christi en américa
En 1317, el papa Juan XXII impulsó la primera procesión del Corpus Christi, dando forma oficial a esta celebración. Años después, durante la conquista, los españoles la trajeron a América. Aquí, la usaron como una forma de afirmar la fe católica frente a otras creencias. Así comenzó una nueva etapa en la historia de esta festividad.
Primera procesión en tierras peruanas
Durante el siglo XV, la ciudad de los Reyes adoptó un calendario litúrgico inspirado en el de Sevilla. Más adelante, en 1551, los fundadores españoles dieron inicio a la celebración del Corpus Christi en Arequipa. Desde entonces, se llevó a cabo la primera procesión registrada en el Perú. Así comenzó una nueva expresión de fe en tierras andinas.
¿Qué celebración religiosa Inca reemplaza el Corpus Christi?
El Corpus Christi reemplazó antiguas celebraciones andinas como el Inti Raymi, el Oncoymitta y la fiesta de la cosecha del maíz. Poco a poco, los cultos católicos ocuparon el lugar de los rituales locales. Aunque el cambio fue impuesto, muchas costumbres se mezclaron.
Oncoymita
El culto ceremonial inca incluía una procesión con “los mallquis”, cuerpos momificados de antiguos gobernantes, invitados por el propio Sapa Inca. Todo comenzaba con un cortejo ceremonial de llamas blancas vestidas con mantas rojas y blancas, colores sagrados para los andinos, encabezadas por el Inca. Esta ceremonia se realizaba en la antigua plaza de Hawkaypata, hoy conocida como la Plaza de Armas.
El inicio de una celebración que marcó historia
En la ciudad del Cusco, el Corpus Christi comenzó a celebrarse en 1552. Entre 1580 y 1674, durante el gobierno del obispo Manuel de Mollinedo y Angulo, esta festividad alcanzó su momento más destacado. Con el tiempo, se convirtió en una de las celebraciones más importantes del continente. Incluso llegó a superar en esplendor a muchas otras en América.
Corpus Christi cusqueño que cruzó fronteras
El primer Corpus Christi en Cusco llamó tanto la atención que reunió a 117 imágenes de santos patronos de distintas comunidades indígenas. Algunas llegaron desde lugares lejanos como de Quito “La peregrina”, San Lorenzo de Tucumán, virgen de Cocharcas desde Huamanga. No se trataba de una fiesta local, sino de una concentración regional.
Participantes del Corpus Cusqueño
Durante el Corpus Christi en Cusco, las ocho parroquias no solo participaban, sino que además competían por montar los altares más elaborados. Por ello, los religiosos desfilaban bajo arcos decorados con tapices, espejos y cuadros. A partir del siglo XVIII, también se unieron caciques y nobles incas, quienes lucían atuendos tradicionales con plumas y chullos. En consecuencia, esta etapa, conocida como la época de Mollinedo, dio a la celebración un brillo especial.
Los secretos de las andas en el Corpus Christi
Muchos fieles andinos colocaban en las andas de las imágenes figuras pequeñas, ídolos de piedra, metal, madera e incluso restos momificados, propios de sus creencias ancestrales. Además, algunos aseguraban que los dientes de San Cristóbal pertenecían al Inca Sayri Túpac. Por eso, veían a los santos católicos como reflejos de sus antiguos dioses.
Suceso importante
El viernes 6 de junio de 1555, durante la celebración del Corpus Christi, Francisco Chilche un cañari aliado de los españoles apareció con una cabeza inca en la mano, sujetándola por los cabellos. Apenas los incas lo vieron, cuatro o cinco de ellos lo enfrentaron con fuerza. Lo acusaban de estar involucrado en la muerte del Inca Sayri Túpac. Así, en medio de la fiesta, estalló el conflicto.
Regalos virreinales
El primer obsequio fue un carro de plata para llevar la custodia, donado por el obispo carmelita Fray Bernardo de Serrada. Más adelante, en 1745, el obispo Pedro Morcillo Rubio de Auñón entregó una custodia de oro macizo, de 26 kilos y adornada con 1,034 piedras preciosas. Ambos regalos aún se exhiben cada año durante la procesión.
Decadencia del Corpus Christi
A finales del siglo XVIII, el Corpus Christi empezó a perder fuerza tras la sublevación y muerte de Túpac Amaru I. Con el paso del tiempo, especialmente entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, dejó de ser una celebración compartida por todos. Poco a poco, pasó a identificarse como una fiesta ligada al mundo indígena y mestizo.
Corpus Christi en la actualidad
Después de la peregrinación al Señor de Qoyllur Rit’i, los cusqueños nos preparamos, para vivir las fiestas del Corpus. Hoy en día, participan 15 imágenes sobre andas; por un lado, las vírgenes llevan la awika o sombrilla de las princesas incas, y por otro, van acompañadas del killkito, un pequeño ángel que siempre las sigue. Así, en Cusco, esta celebración combina elementos andinos y coloniales.
Celebración del Corpus Christi cusqueño
La semana del Corpus
La festividad católica en la ciudad del Cusco se extiende por más de una semana. Desde los preparativos hasta el regreso de las imágenes a sus templos, cada día tiene un sentido especial. Además, las familias, los barrios y las hermandades se involucran con gran compromiso cada año.
Fiesta del corpus christi
La organización del Corpus Christi en Cusco empieza con varios meses de anticipación. Los mayordomos se encargan de cada detalle: desde la vestimenta que lucirá el santo o la virgen, hasta los ensayos de danzas, bebidas y alimentos para cada momento clave. Además, planifican todo lo necesario para la entrada, el día central y el retorno de las imágenes a sus iglesias. Así, todo se prepara con cuidado y compromiso.
Entrada de los santos
Todo comienza con la entrada de las imágenes de santos y vírgenes a la Catedral de Cusco. Desde temprano, parten de sus parroquias junto a feligreses, músicos y autoridades que las acompañan en cada paso. A lo largo del recorrido, se suman más personas hasta llegar a la Plaza de Armas, corazón de la celebración. Finalmente, las imágenes ingresan al templo.
¿Sabías que…?
Durante la entrada de los santos, se vive una competencia muy particular entre San Jerónimo y el mártir San Sebastián, ambos con el deseo de llegar primero a la Catedral del Cusco. Se cuenta que los jeronimianos madrugan y avanzan en silencio al pasar por el distrito de San Sebastián. Si los descubren, los feligreses sebastianos suelen lanzar piedras en señal de rivalidad. Esta escena representa antiguas tensiones entre dos ayllus incas.
Día central del corpus christi
Los santos reciben la visita de sus feligreses y autoridades, quienes los visten con sus mejores galas y joyas para el día central. Luego, participan en la misa solemne del Te Deum, junto a representantes políticos, religiosos, judiciales, militares, policiales y educativos. Al finalizar la ceremonia, inicia la procesión del Corpus Christi. Después, las 15 imágenes recorren toda la Plaza de Armas y regresan a la Catedral alrededor de las 5:00 p. m.
Octava de corpus
La Octava del Corpus comienza al mediodía, con preparativos muy parecidos a los del día central. Mientras se disfruta del chiriuchu, las cofradías se encargan de organizar la última procesión. A las 4 de la tarde, las imágenes salen de la catedral en el mismo orden que la vez anterior. Después de recorrer la Plaza de Armas, cada una toma rumbo a su iglesia de origen.
Bajada de los santos
La bajada de los santos marca el final de la festividad, cuando cada imagen regresa a su iglesia de origen. Durante el recorrido, los acompañan músicos, danzantes y fieles que no pierden la oportunidad de despedirse con alegría.
San Jerónimo
Santo que se ubica en la esquina de Santa Catalina Angosta con la Plaza de Armas para despedir a las demás imágenes. Desde allí, saluda a los otros santos y vírgenes antes de retirarse rumbo al templo de Santo Domingo. Al día siguiente, continúa su recorrido y llega al anochecer a su iglesia. Así, su despedida se convierte en un momento especial dentro de la festividad.
Santa Ana y Santa Bárbara
Se ubican junto a la puerta principal de la catedral para despedirse de los demás santos. Luego, ambas parten juntas, rumbo al templo de Santa Ana. Se mantiene la costumbre de que caminen acompañadas, ya que, según se dice, “dos mujeres solas no deben andar de noche”. Así finaliza su participación en la festividad, con respeto y cuidado compartido.
Santos que permanecen una noche más
La Virgen Inmaculada, Purificada, Almudena, Belén, junto con San Pedro, Santiago, San Cristóbal, San Antonio, San Sebastián, San Blas y San José, se quedan una noche más en la catedral para despedirse con calma. Al día siguiente, luego de una misa especial conocida como Khayawatakama, cada imagen parte rumbo a su templo. Allí, continúan con la celebración a través del Corpus parroquial o Llaqta Corpus. Así, la festividad se extiende con fuerza en cada distrito.
Santos y vírgenes que han desaparecido de la procesión
- San Ignacio.
- San Francisco de Borja.
- Santa Rosa.
- San Benito.
- San Roque.
Principales imágenes del Corpus Christi
Corpus cusqueño según Pachacuti Yamqui Salcamaygua
San Antonio
Santo proveniente de la parroquia de San Cristóbal, utilizó la pobreza como camino hacia la perfección. Siempre aparece acompañado por un cerdo, animal que intenta ingresar al subsuelo. Este gesto representa el acceso al Uku Pacha, el mundo interior en la cosmovisión andina.
San Jerónimo
Originario de la parroquia del distrito de San Jerónimo, se muestra con plumas y un libro en las manos, ya que se le reconoce como doctor de la Iglesia. Además, siempre lo acompaña un león, símbolo de fuerza y sabiduría. Esta figura combina el conocimiento con la firmeza del espíritu.
San Cristóbal
Desciende desde la parroquia y barrio de San Cristóbal, es representado como un hombre de gran estatura y fuerza, que carga al Niño Jesús sobre sus hombros. Su anda simboliza el río Pilcomayo, con los colores rojo y blanco que fluyen desde la Pachamama. Así, su figura conecta la espiritualidad cristiana con la fuerza de la naturaleza andina.
San Sebastián
Acude desde la parroquia del distrito de San Sebastián, fue un militar que murió atravesado por flechas, atado semidesnudo a un árbol. Su imagen, además de reflejar fortaleza y resistencia, guarda una conexión con el mallqui, figura que representa a las momias incas.
Santa Bárbara
Virgen que hace su recorrido desde la parroquia del distrito de Poroy, representada con un niño en brazos, fue una joven que murió a manos de su propio padre, quien intentó obligarla a casarse. Además, se le vincula con el granizo y seres como el Qhasa Chuqui Chinchay y el Qoa, un tigrillo mítico relacionado con las tormentas, los rayos y la esterilidad.
Santa Ana
Se presenta desde la parroquia y barrio de Santa Ana, madre de la Virgen María, es representada en su vejez, símbolo de sabiduría y experiencia. Se le asocia con las nubes del invierno y el tiempo de esterilidad en el ciclo agrícola andino. Además, representa "el poqoy", una etapa marcada por la cosecha y la sequía.
Santiago
Montado en un caballo blanco y con la espada en alto, Santiago avanza con firmeza desde su parroquia del mismo nombre. Según la historia, apareció en plena guerra civil entre los españoles y las tropas de Manco Inca. Además, su imagen está vinculada a Illapa, el dios andino del trueno y el rayo.
San Blas
Es representado como un obispo que lleva guantes rojos, por eso muchos lo llaman Yawar Maki, que significa “mano de sangre” quien desciende desde la parroquia y barrio de San Blas. Siempre aparece rodeado de monaguillos, quienes lo acompañan durante su recorrido.
San Pedro
Asiste al corpus desde la parroquia de San Pedro, es representado con las llaves del cielo en las manos, ya que se le considera el guardián de su entrada. Además, se le relaciona con la estrella Catachillay, punto desde donde comienza el Hanan Pacha, el mundo superior en la cosmovisión andina.
San Jose
Es representado llevando de la mano al Niño Jesús y acompañado siempre por su rol como esposo de María, sale de la parroquia de Belén. Aunque no fue su padre biológico, simboliza la guía y el cuidado incondicional. Además, se le asocia con la estrella de la tarde y con épocas de sequía e invierno, conocidas como Choqechichay apachi ururi.
Virgen de Natividad de Almudena
Imagen que simboliza la maternidad y suele representarse con un brazo pegado al cuerpo, en señal de recogimiento asiste desde la parroquia de Almudena. Se le asocia con la Mamacocha, el phucyu o manantial, elementos que en el mundo andino representan la fertilidad.
Virgen de los remedios
Es conocida por su cercanía con quienes buscan consuelo y alivio en momentos de dificultad, se suma al corpus desde la iglesia de Santa Catalina. Se le invoca especialmente en tiempos de enfermedad y necesidad, por lo tanto, su presencia representa protección y esperanza. Además, en el contexto andino, se le relaciona con plantas curativas y elementos naturales que sanan el cuerpo y el espíritu.
Virgen Purificada
Representa a María tras concluir su maternidad, luego del nacimiento del Niño Jesús asiste desde la parroquia de San Pedro. Su figura simboliza renovación y transición hacia una nueva etapa. Además, se le vincula con la Chaska Qoyllur Achachi Ururi, la estrella de la mañana que anuncia el inicio del día. Por eso, su presencia refleja esperanza, luz y un nuevo comienzo.
Virgen belén
Conocida como patrona del Cusco inicia su recorrido desde la parroquia de Belén, representa protección y cuidado maternal. Se le asocia con la lluvia y la fecundidad, elementos esenciales para la vida en los Andes. Además, guarda una estrecha relación con Mama Quilla, la diosa Luna en la cosmovisión andina.
Virgen Inmaculada
Conocida cariñosamente como “la linda de la catedral” espera a sus invitados en la puerta de la catedral del Cusco, no lleva un niño en brazos. Es la patrona del arzobispo y se le reconoce como anfitriona y protectora de la Catedral del Cusco. Además, se le vincula con el dios Wiracocha y con Inti, el dios sol.
Asamblea celestial del Corpus Christi
Durante el ingreso a la catedral, los santos son ubicados en sus respectivos espacios. Cada noche, se realiza una asamblea encabezada por el Señor de los Temblores, en la que cada imagen presenta sus quejas o inquietudes. En estas reuniones simbólicas, se buscan respuestas a los problemas de los devotos antes de que los santos regresen a sus iglesias. Mientras tanto, Santiago se encarga de mantener el orden en todo momento.
Sabores y fe durante el Corpus Christi
Comida y bebida tradicional del corpus
Chiri Uchu
En quechua significa “ají frío”, es el plato tradicional del Corpus en Cusco. Tiene raíces andinas y reúne ingredientes como cuy, gallina, charqui, embutidos, cau-cau, queso, torreja de maíz, maíz tostado, qocha yuyo, rocoto y morcilla. Se sirve frío y refleja tanto el compartir como la abundancia.
Chicha blanca
Bebida sagrada con raíces incas, se consumía durante rituales y ceremonias dedicadas a la veneración. Aunque hoy en día su consumo ha disminuido, todavía se puede encontrar en algunas calles del Cusco. Con el tiempo, fue reemplazada en muchas celebraciones por la chicha morada y la cerveza.
Frutas
En esta época, la ciudad se llena de frutas traídas desde los valles templados y zonas cálidas. Se pueden encontrar caña de azúcar, achira, chirimoya, granadilla, pacay, coca, poroto y muchas más. Además, durante el Corpus Christi, esta variedad se convierte en símbolo de abundancia. Así, la celebración también refleja la riqueza natural de nuestra tierra.
Música y fe
Durante el Corpus, cada imagen avanza rodeada de música, danzantes y fieles que la acompañan con cantos, flores e incluso fuegos artificiales. Además, mientras permanecen en la Catedral de Cusco, se celebran misas especiales todos los días. Estas ceremonias marcan momentos de recogimiento y oración antes del regreso a sus iglesias.
Recomendaciones para tu viaje
¿Cuándo es el corpus Christi este 2025?
- Entrada de las imágenes: martes 17 de junio.
- Día central de la procesión: jueves 19 de junio.
- Bajada de las imágenes: jueves 26 de junio.
- Lugar de celebración: Calles y plaza de Armas del Cusco.
Consejos de seguridad
- ¿Tienes dudas? Escríbenos por interno y coordinemos juntos tu viaje, paso a paso.
- Reserva tu hospedaje con anticipación, ya que en estas fechas todo se llena rápido.
- Llega temprano el jueves para encontrar buen lugar y no perderte ningún detalle de la procesión.
- No te vayas sin probar el chiriuchu, el plato típico que solo se sirve en esta celebración.
Viajar a Cusco durante el Corpus Christi no significa simplemente presenciar una celebración religiosa. Es, además, formar parte de un momento compartido donde la historia, la fe y el sentimiento colectivo se viven con intensidad. En cada paso de la procesión, en cada sonido de banda, en cada plato servido, se percibe una conexión profunda con lo que fue y lo que sigue presente.
Preguntas frecuentes
- ¿Se necesita pagar para ver el Corpus Christi?
No, el evento es completamente gratuito y abierto al público. Solo debes ubicarte con tiempo para disfrutar bien la procesión.
- ¿Puedo tomar fotos durante la procesión?
Sí, puedes tomar fotos, pero se recomienda hacerlo con respeto, sin interrumpir el paso de las imágenes ni invadir los espacios destinados para los feligreses.
- ¿Cómo es el ambiente durante el Corpus Christi?
Cusco se llena de música, danzas, aromas y devoción. Las bandas acompañan a cada imagen y el fervor de la gente hace que cada calle cobre vida.
- ¿Qué significa la “Octava del Corpus”?
Es la última procesión, que ocurre ocho días después del día central. Las imágenes vuelven a sus iglesias con una ceremonia especial de despedida.
- ¿Por qué los santos parecen competir entre sí?
Algunas parroquias mantienen una rivalidad histórica amistosa, como San Jerónimo y San Sebastián, que quieren llegar primero a la catedral. Es parte del folclore.
- ¿Dónde se colocan las imágenes?
Todas ingresan a la catedral del Cusco, donde permanecen en exhibición durante ocho días. Allí también se realizan misas especiales.